Del “búnker” a la habitación

Entre el escritorio y la cama, libros, mochilas y montones de ropa sobreviven en la habitación. No es que el desorden habite asiduamente en este dormitorio, sino que el mismo dormitorio ya está estructurado de modo que el desorden es un miembro más del hogar. Y, además, impide que hasta la aguja más delgada de todas quepa en algún rincón de todo ese espacio. Después de luchar contra la evidencia, Begoña, finalmente, ha tomado una decisión: amueblará de nuevo toda la habitación de su hijo.

Navegando por Internet conoce a YUPIH, que le transmite fiabilidad y confianza. Con una llamada ya tiene suficiente para reafirmar su primera impresión, así que, decidida, empieza a trabajar. Mide la habitación con cuidado, procurando no hacer un paso en falso, lo dibuja en un papel y lo envía para poder diseñar el proyecto del dormitorio en 3D. Pruebas y más pruebas terminan con una distribución cuidada, ganando espacio libre y, además, combinando acabados blancos con otros elementos de color arena. Un lugar encantador.

Y ya lo dicen, que cuando se cierra una puerta es que se abre otra. Este dormitorio ya estaba a punto de entrar en la fábrica cuando Begoña decidió amueblar, también, la habitación de sus hijas gemelas. Una habitación grande, a diferencia de la otra, donde parecía que una litera cabría fácilmente. De sobras. Solo debían tener en cuenta un espacio que había para un armario empotrado. Pero ella no quería nada de eso, sino todo el contrario. Empezaron el proyecto con dos camas compactas, y al cabo del tiempo cambió la distribución. Una vez cambiada, probaron de añadir un cabezal en medio de las dos camas, un arcón con una tapa hacia un lado y otra tapa hacia el otro lado. Pero no, nada de eso le convencía.

El proyecto estaba estancado en un callejón y no había chispa ni cerilla que lo encendiera. Sin embargo, Begoña siguió pidiendo lo que quería y YUPIH continuó diciendo que sí, que adelante. Más y más pruebas se intercambiarion entre sus correos electrónicos, y algunas muestras fueron enviadas a Begoña para que ella puediera verlas. Quería comprar con seguridad, y acertón con YUPIH. Después de hacer cambios, otros cambios y más cambios, Begoña se decidió. Colocaron las camas en forma de L con módulos para que, en lugar de ser cajones, hubiese un arcón plano. Y todo esto, con un acabado de color blanco y liso.

La paciencia de Begoña y la predisposición de YUPIH fueron un punto clave en todo el proceso, y los dos salieron ganando. Se despidieron del “búnker” y consiguieron dos dormitorios nuevos, reformados, espaciosos y cuidados. YUPIH, por su parte, añadió este proyecto en la lista de retos superados y experiencias aprendidas.

• MORALEJA • Insiste en lo que quieres y déjate asesorar. Imaginar permite diseñar ideas y eso es magnífico, pero para hacerlas realidad siempre es mejor confiar y acudir a un experto o a un profesional. Hay detalles que se escapan y que solo pueden encontrarse con la ayuda de alguien experimentado. Begoña quería muebles de calidad y dos habitaciones nuevas, con espacio libre y una distribución delicada y preciosa. Y lo consiguió. Hacer una inversión grande por internet impresiona, pero desde YUPIH no solo os recomendamos las mejores opciones para vuestras habitaciones, sino que garantizamos compromiso, tranquilidad y un resultado excelente. Desde aquí y hasta Valencia, os mandamos un abrazo. Y como siempre, gracias por confiar en nosotros.